Dentro de nuestro recorrido por
Brasil hemos elegido visitar dos islas: Ilha Grande, a tres horas de Río de
Janeiro, y Morro de Sao Paulo, a dos horas de Salvador, en el estado de Bahía. En
ambas islas no hay carreteras ni coches y están rodeadas de naturaleza, por lo
que desconectarse de la vida en la ciudad resulta muy fácil. Brasil es verde,
naturaleza pura que a veces hasta abruma. Si tuviera que elegir, personalmente
me quedaria con Ilha Grande, menos explotada que Morro, pero tanto una como la
otra ofrecen paisajes de película y playas increibles. Y es que tenía razón una
de la promociones para visitar estos lugares: Si existe el paraiso, debe ser
así.
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